Mujer impresionante seducida y follada por un recluso que quería entrevistar

0
Share
Copy the link

Mujer impresionante seducida y follada por un recluso que quería entrevistar

Mujer impresionante seducida y follada por un recluso que quería entrevistar

Una deliciosa rubia madura es una psicóloga criminal que tuvo la tarea de hablar con uno de los reclusos. Sin embargo, a ella le gustaban los chicos malos y él no tardó mucho en seducir y excitarla. La mujer pronto terminó desnuda en la silla, con las piernas abiertas y esposadas en la espalda. Puso su lengua entre sus piernas y comenzó a lamer su coño suave y húmedo, llevándola rápidamente al orgasmo. Después de eso, cayó de rodillas con las manos aún atadas. “Oh, joder.” Dijo, incapaz de esperar. “Trae tu cara aquí. La empujó hacia el bulto que surgió de su ropa interior. “Muéstralo”. Su psicólogo comenzó a beber a lo largo de su eje. Estaba chupando su polla como profesional, llevándola al fondo de su garganta mientras agarraba su cabeza para follarla. La rubia caliente seguía ahogándose y perdiendo la respiración, con saliva y líquido preseminal goteando sobre sus grandes tetas, por lo que arrojó hacia atrás y le puso las bolas en la boca mientras descansaba. Después de haber dejado su caña gruesa, todo mojado y resbaladizo, se inclinó esperando ser golpeada. Inmediatamente llegó al fondo en su apretado coño y comenzó a golpear sus bolas hasta el fondo. La hermosa mujer desnuda gimió con placer al sentir sus bolas golpeando su clítoris mientras seguía estirando las entrañas. No había sentido la piel suave y flexible de una mujer durante mucho tiempo, no podía dejar de agarrar y acariciar su cuerpo suave y curvilíneo y especialmente su culo redondo y regordete. Queriendo tener control y disfrutar de su polla en diferentes posiciones, la hizo tomar sus esposas y montarla como una vaquera cachonda. Su gran y redonda trasera se levantó y bajó mientras se escabullía más profundamente con cada movimiento. Le encantaba sentir su lengua en sus pezones así reuniéndolo antes de convertirse en una vaquera inversa, saltando sobre su carne aún más fuerte, haciendo que sus tetas se muevan libremente. La mujer desnuda continuó reuniéndolo, masajeando su clítoris y corriendo varias veces hasta que lo llevó al límite para que él se retirara y le disparara una carga enorme y pegajosa.