Dos lesbianas adolescentes no vieron el tiempo para encontrarse y besar su coño

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Dos lesbianas adolescentes no vieron el tiempo para encontrarse y besar su coño

Dos lesbianas adolescentes no vieron el tiempo para encontrarse y besar su coño

Dos lesbianas adolescentes no pudieron resistir a los besos. Sus idiomas estaban entrelazados entre sus labios cuando se abrieron las puertas entre sus piernas. Sus manos se deslizaron y sintieron las suaves curvas del otro, despertando su ardiente deseo. Es Kait quien toma la iniciativa y empuja a Demi hacia abajo. Levanta el torso de su novia al cielo, exponiendo los pétalos traviesos de las flores. Mantiene su premio en su lugar y baja su lengua para acariciar el capullo oculto. El cuerpo de Demi tiembla mientras su novia acaricia sus labios. Con una sonrisa y una mirada diabólica, empuja su lengua contra su clítoris y lo muerde con los dientes, lo come, lamiendo su emoción mientras empuja su lengua dentro de ella antes de lamer su clítoris. La pequeña lesbiana gime suavemente. Sus dedos se deslizan entre los pétalos y los deslizan al tubo del amor. Habiendo sido lo suficientemente complacido, Demi toma represalias y derroca a su compañero. Ahora, su nariz está enterrada en el jardín de Kait, mientras que su músculo rosado devora al precioso néctar. Ella ha aprendido y agrega su dedo al juego del coño. Con el corazón latiendo ardiendo, dos lesbianas desnudas se besan una vez más, compartiendo su lujuria de saliva. El sumiso Kait duerme mientras su novia se arrodilla sobre su rostro y baja la cintura. Se siente atrapada en una cueva, cuya única fuente de agua viene de arriba. Bebe felizmente, sin derramar una gota. Pero Demi ha encontrado un punto débil y su novia se derrumba y ahora hay una fiesta con su gatito. Las chicas desnudas se dan a la carne del otro, comiendo el otro sin cesar. En el clímax de su fiesta, Kait se levanta una vez más sobre su complaciente. Su beso de clítoris íntimamente mientras Demi comienza a presionar su cintura hacia abajo. Se miran sus piernas, cortando su corona húmeda. Cada toque es una tormenta de electricidad. Los labios húmedos de su coño son tan resbaladizos y jugosos que se deslizan entre sí como si se besen con la boca.