Durante las últimas dos semanas en prisión, soñó que le había lamido el coño.

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Durante las últimas dos semanas en prisión, soñó que le había lamido el coño.

Durante las últimas dos semanas en prisión, soñó que le había lamido el coño.

Como taxista, me encuentro con muchas personas diferentes y sus historias únicas. No puedes creer lo locas que pueden ser las historias. Una vez que estaba conduciendo a un zorro flaco y me dijo que acababa de dejar la prisión. Ella era una adolescente sexy en unos 20 años. Se quejó de que soñaba con que alguien lamiera su coño, follando su pequeño agujero y sintiendo una polla dura y palpitante en la boca. Cuando me dijo lo cachondo que había estado, ¡sentí que mi polla era de deseo! Así que encontré un lugar tranquilo para estacionar y luego salté al asiento trasero para lamer su coño adolescente. La niña inmediatamente le quitó las bragas y pude ver su hermoso coño mojado. Esa cosa era tan brillante como si lo hubieran pulido hace una hora. Saqué mi enorme pene, la niña lo agarró con ambas manos y comenzó a chuparlo. Ella realmente apestaba esa polla dura y venosa como si realmente la necesitara. Joder, sí, estaba satisfecho. Lo siguiente que supo fue que se quitó la camisa y dejó sus pequeñas tetas con pezones hinchados. Estaba casi plano, pero no me importaba, sus pezones aún eran difíciles. Comencé a destruir este pequeño coño y ella gritó en mi taxi, fue su primer orgasmo en mucho tiempo. Sentí que su coño se apretó en el orgasmo alrededor de mi polla, su vagina estaba ordeñando mi polla pero no quería terminar tan rápido. Quería follar a ese adolescente sexy en todas las posiciones posibles. ¡No todos los días tienes tanta suerte! Aunque la chica desnuda sexy me montó suavemente en posiciones inversas de vaquera y vaquera normal, estaba teniendo otro orgasmo. Así que puedes imaginar lo que sucedió después cuando lo puse de espaldas para instruirlo en el misionero. Estaba a cuatro patas, abriendo sus hermosas nalgas con ambas manos, rogándome que la follara atrás. La invité a una fuerte paliza detrás del cachorro, lo que me dio una gran vista de su trasero. Cuando llegó el momento de correr, ella me chupó un poco más hasta que corrí en su boca.