Su compañero de habitación desnuda estaba esperando que se rindiera y la follara.

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Su compañero de habitación desnuda estaba esperando que se rindiera y la follara.

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Era como si este sexy adolescente negro estuviera haciendo todo lo posible para ponerlo cachondo. Estar atrapado en una lavadora, meditar con las tetas afuera, ducharse y olvidarse de traer una toalla … se estaba volviendo ridículamente difícil resistirlo. La gota que llenó el vaso era su delgado cuerpo de chocolate desnudo en el sofá, con solo un par de calcetines a la rodilla. ¡Su coño de ébano joven, calvo y suave se veía increíble! Nos acercamos para admirar su coño súper ordenado e impecable mientras lo abrimos. Al ver su cuerpo caliente tirado en el sofá, su compañero de cuarto finalmente se rindió. Se arrodilló y hundió su lengua en su hambriento coño. La niña de ébano desnuda se estaba mojando cada segundo y quería devolverle su favor. Tomó su enorme eje en su cálida boca y comenzó a chupar. Golpeó su polla en la parte inferior de la garganta y ella la tomó como campeona. Después de que estaban preparados, puso su longitud dura en su coño al estilo de una vaquera inversa. Eligió un buen ritmo y con cada ataque, su coño continuó goteando jugos sobre él. La amaba en tantas posiciones como podía imaginar, así que la dio la vuelta y la montaron. Con un pie sosteniéndolo en el suelo, la niña negra desnuda rebotó sobre su polla y dejó escapar deliciosos gemidos. Esto continuó durante algún tiempo, y no pudo decidir si mirar su hermoso rostro lleno de placer o su eje para perderse en su coño goteante. Luego levantó los pies del suelo y lentamente empujó su longitud y otra vez. Sus brazos se cansaron de sostenerla y empujó su cara hacia abajo en el sofá, haciendo que su trasero se levantara en el aire. Luego continuó golpeando el coño de su perro. Era fácil perderse en placer porque esperaban lo suficiente como para hacer esto. Pronto perdieron el control de sus movimientos y persiguieron sus máximos con respiraciones y jadeos inestables.