La hermana desnuda de mi compañera de cuarto me agradeció por rescatarla
2La hermana desnuda de mi compañera de cuarto me agradeció por rescatarla
El otro día escuché un ruido extraño salir de mi baño. Alguien golpeó las puertas desde adentro, dándome la impresión de que me atraparon dentro. Abrí las puertas y encontré que una niña desnuda se detuvo allí, diciéndome que era la hermana de mi habitación que accidentalmente se encerró allí. Seguía diciendo lo agradecida que estaba mientras colocaba sus manos sobre sus tetas perfectamente redondas. ¡Se dio cuenta de que estaba mirando su hermoso cuerpo! ¡La niña desnuda vio una erección en mis pantalones y se apresuró a llevarla a su boca! La mamada era lenta y sensual al principio, con sus ojos fijos en mi cara y su lengua rosada, haciendo lentamente movimientos circulares en la parte superior de mi polla. Sin embargo, fue más que suficiente para ser humorístico para follar. Me senté y vi el trasero de mi nuevo amante por sentarse en mi polla, montada apasionadamente. Vi la sexy parte posterior del zorro arquetada de placer mientras su coño devoraba mi barra. No pude evitar decirle una y otra vez lo hermosa que era, que sus espléndidas tetas eran una obra de arte, qué hermosa era la curva de su trasero redondo. La diosa lasciva ahora estaba a cuatro patas, gimiendo en voz alta mientras invadía su estilo perrito. Con mis manos en las jugosas nalgas, seguí bombeando y tirando de la seductora hacia mí, para poder sentir mi polla lo más profunda posible. Ahora arriba, la sexy chica desnuda frotó el clítoris resbaladizo mientras se convirtió en la vaquera de mis sueños más locos. Sus tetas eran tan firmes que no movieron un centímetro durante la sesión suprema, pero los pezones se mantuvieron firmes, lo que demuestra que el minino estaba más que emocionado. Los golpes del cachorro le dieron a mi amante cachondo el orgasmo que merecía y me hizo retirar y guiar al aturdidor a sus rodillas, donde tomó mi larga polla en su boca. Ella voló mi polla hasta que te ordeñaste hasta la última gota de mi esperma.