Dos chicas cachondas jugando con un gran consolador y una gran polla negra

1
Share
Copy the link

Dos chicas cachondas jugando con un gran consolador y una gran polla negra

Dos chicas cachondas jugando con un gran consolador y una gran polla negra

La puerta del dormitorio estaba cerrada, pero los sonidos que abandonaban el dormitorio eran demasiado fuertes y deliciosos para pasarlos por alto. La morena con curvas dentro de la habitación estaba sentada desnuda en la cama, con su gran culo arqueado y su consolador estaba conectado con su máquina de locura personal. Esta bonita Morena tomó sus sesiones sola y deseaba todo el día regresar a casa y dar el placer que quería. Su hermosa compañera de jet -hircio, Kylie, escuchó sus gemidos y no pudo resistirse a echar un vistazo. Cuando abrió la puerta y vio a su amiga completamente desnuda con su trasero, divirtiéndose, se quitó la ropa y se unió a ella en la cama. Le mostró a Kylie cómo usar la máquina de consolación, y las chicas se emocionaron tanto que comenzaron a besarse y a lamer también. Las chicas desnudas estaban pasando el mejor momento de sus vidas, acariciando y besándose de la cabeza a los pies. Ahora los gemidos eran más fuertes y las chicas llamaron la atención del novio de Kylie. Cuando abrió la puerta y vio a dos chicas desnudas haciendo tijeras en la cama, su gran polla negra comenzó a latir. Nunca había visto a su novia teniendo sexo con otra mujer. Este hombre llegó a ellos a tiempo, porque estas mujeres comenzaron a perder una gran polla en sus Rajas. Dejó que ambas chicas se folle a su polla con la boca, antes de dejar que ambas se volvieran para montar su enorme polla. Se tumbó en la cama, y ​​mientras una niña malcriaba su coño con su barra, la otra jugaba con la puta máquina. Pero se cansó de no usar tanto su polla, por lo que empujó a una niña a sentarse en su rostro, mientras que el otro tomó su lugar para montar su polla. Se las arregló para superar la máquina y hizo que ambas chicas desnudas gritaran más fuertes que nunca. Su polla negra no solo hizo que sus coños fueran más fuertes, sino que también podía hacer algo que la máquina no podía: ¡dispara una carga caliente para compartirla!