Ladrona rubia con un gran culo atrapada y follada duro por el dueño de casa

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En AllxpornoEsta ladrona rubia y curvilínea irrumpió en una casa grande en busca de una buena puntuación. Sin embargo, lo primero que encontró fue un gran consolador rosa. Ella decidió divertirse un poco primero. Fue a la sala de estar y colocó un consolador en el mostrador antes de ponerse los pantalones y poner en cuclillas su voluptuoso y burbujeante trasero. De buenas a primeras, ella estaba cabalgando vigorosamente y gimiendo de placer, olvidando por completo que estaba en casa de otra persona. ¡Naturalmente, el dueño regresó en un momento y encontró a una hermosa ladrona rubia montando un gran consolador en su mostrador! Sorprendido, rápidamente la atrapó y comenzó a interrogarla. Después de darse cuenta de que ella aún no había robado nada, descubrió que también podría divertirse con una chica joven tan hermosa. Ese consolador rosa era de su esposa, pero eso no impidió que el tipo lo agarrara y lo metiera nuevamente dentro del coño mojado del ladrón. Ella simplemente lo tomó como una buena niña y empezó a gritar de placer. Eso fue solo el comienzo para estos dos, ya que el dueño de la casa llevó a la chica a la cocina y pegó un consolador a la puerta de la nevera para follar a la rubia aún más fuerte. Eso también lo excitó, así que inclinó a la chica y comenzó a embestirla al estilo perrito. Su gran trasero regordete era como una almohada. Cada empujón hacia ella golpeaba su hueso púbico contra ella, y su generoso trasero rebotaba y se sacudía. Con una polla real en su coño y un consolador en su boca, ahora estaba atrapada entre el chico y su refrigerador, recibiendo una asada dura. Gimiendo y gritando de placer, su coño se mojaba cada segundo. Para darle vida a las cosas, la hizo volver a ponerse la máscara y hacerle una mamada descuidada. Chupando y haciendo garganta profunda como si su vida dependiera de ello, se atragantaba y se ahogaba con ese pene antes de sentarse en él en posición de vaquera. Su enorme y redondo trasero rebotaba arriba y abajo sobre el chico que yacía en el suelo de la cocina antes de ir al sofá de la sala. Allí, devastó al ladrón al estilo perrito, empujando sus bolas duras profundamente dentro de su arranque, estirándola hasta sus límites absolutos. Después de follarse entre ellos en todas las posiciones imaginables, finalmente cubrió a esta belleza con una carga de semen blanco y pegajoso.