Lesbiana que anhela una polla seduce al compañero de cuarto de su novia
1En AllxpornoEsta joven rubia caliente invitó a su novia gallarda, pero las chicas no pudieron evitar que un compañero de cuarto espeluznante las espiara constantemente. El dúo lésbico estaba en medio de una sesión de besos en la cocina cuando el chico se subió a la encimera solo para pararse frente a ellas y observarlas de cerca. La impresionante morena aparentemente estaba harta de sus travesuras, así que esperó hasta terminar a solas con el chico para decirle lo que pensaba. Desafortunadamente, cuando la chica saltó frente a él para confrontar al chico, él tenía una botella de agua en la mano y esa agua recorrió toda su delgada camisa. Así, se mojó toda y la compañera de cuarto de su novia pudo ver sus turgentes tetas y sus pezones duros debajo de la fina tela. Eso puso cachonda a la chica y se le ocurrió una propuesta. Ella iba a follárselo esta vez y luego él los dejaría a ambos en paz. Naturalmente, no podía decir que no a una encantadora dama que se arrodillaba y colocaba sus suaves labios sobre su dura polla, y así empezó el espectáculo allí mismo, en la cocina. Estaba tan excitado que inmediatamente inclinó al bombón, le bajó los pantalones cortos, se arrodilló detrás de ella y comenzó a comerse ambos agujeros apretados y húmedos. Sorprendida, la lesbiana inmediatamente comenzó a gemir de placer. El intenso cunnilingus fue interrumpido cuando llegó su novia. Sin embargo, estos dos estaban demasiado excitados para detenerse. Abrieron la puerta de una nevera y, con la esperanza de que ella no viera a su travieso compañero de cuarto, se metió hasta el fondo del coño de su novia mientras las dos chicas hablaban. Dos lesbianas siguieron hablando y la rubia permaneció ajena a que su novia estaba siendo embestida a lo perrito todo el tiempo. Cuando ella se fue, los dos se esforzaron. En medio de otra mamada, volvieron a ser interrumpidos pero, a partir de ahí, todo fue viento en popa y el hombre pudo follar hasta los sesos a la morena en el suelo de la cocina. Ella le dio la mamada más descuidada antes de inclinarse para otra taladrada al estilo perrito mientras él le azotaba el magnífico culo y la destrozaba profundo y duro. Luego, después de una áspera cogida de garganta y golpes de pie, finalmente se montó a horcajadas sobre él y se estrelló con fuerza contra su vara hasta llegar al orgasmo sin fin varias veces antes de recibir una carga masiva.