Probó el bistec de su novia.

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Probó el bistec de su novia.

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Ya estaba harto de las constantes quejas de su novia. Solo quería obtener todas sus frustraciones sexuales reprimidas en alguna parte. Debe haber sido su día de suerte porque el bistec de su novia estaba más que ansioso por probarlo. Ella presionó sus senos contra la ventana y lo empujó a la habitación. No podía esperar más, así que la empujó a la cama y comenzó a follar a su cachorro. Golpeó su polla dentro y fuera de su apretado coño con entusiasmo. Justo cuando hicieron un buen ritmo, su novia entró en la habitación. Rápidamente empujó al rubio debajo de la cama sin tomar su polla. Su novia no tenía idea y, como argumentaban, continuó asistiendo. En el momento en que salió de la habitación, corrieron hacia otra, con la esperanza de no ser interrumpidas nuevamente. No perdió el tiempo y se arrodilló para chupar su eje largo. Su boca era cálida y tentadora, y no había sentido este tipo de felicidad en mucho tiempo. Las cosas comenzaron a volverse bien nuevamente, pero la novia ignorante los sorprendió al entrar. La rubia se levantó para hablar con ella, colocando una manta frente a su coño desnudo. El hombre estaba de rodillas, comiéndola detrás. Apenas podía contener los gemidos dulces mientras hablaba.
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Afortunadamente, la morena salió y finalmente estaba completamente sola. Ella continuó chupando su polla hasta que llegó al fondo de su garganta. No querían perder un segundo más, así que la empujó a la cama. Blondy quería probar el sexo anal con este guapo niño y él quería hacer realidad sus deseos. Después de preparar su trasero, empujó su polla hacia adentro, persiguiéndola en carne viviente. Sus piernas se elevaron en el aire para hacerlo más espacio y comenzó lentamente. No pasó mucho tiempo antes de que ella comenzara a rogar por más y él aceleró el paso. Su trasero estaba estirado y se podía ver cómo chupaba cada ataque. Mientras él la golpeó, con una mano tirando de sus pezones, ella rodeó a su clítoris con una de sus manos. Todos esos estímulos combinados la hicieron gritar de placer. Cambiando de posición, él la colocó en su regazo, en el dedo del pie inversa. Con las piernas abiertas, puedes ver cómo tu polla encaja perfectamente en tu culo apretado. Su coño gotea los jugos, goteando sobre su longitud, mojándolo. La giró para ver su hermosa cara mientras recibía todos los golpes. Una de sus piernas se levantó para dar mejor acceso a su trasero. Continuaron por un tiempo, ambos perdieron en placer. El orgasmo fue uno de los más difíciles que ha tenido, y pronto la siguió hasta el límite, jadeando cansado.