Tres chicas desnudas usan la boca y los coños para salir de la cárcel
1Tres chicas desnudas usan la boca y los coños para salir de la cárcel
Las travesuras traviesas en las vacaciones de primavera, rory, octavia y jazmín quieren causar algunos problemas. Estas buenas chicas locas hacen todo lo que está a su alcance para causar estragos en el pequeño pueblo de Skeetsville. Después de que los tres demoleran una licorería local, la policía de Skeetsville dobla la esquina y los detiene. Los agentes explican la situación a las niñas y deciden realizar una búsqueda de caries. Octavia, un zorro rubio sexy y tetonado, es el primero en someterse a este examen. Un policía saca su polla y la pone en su garganta. No siente ningún cuerpo extraño, pero no está muy seguro, por lo que le toca un poco más la garganta. Rory se ve en estado de shock mientras el segundo policía lleva su blusa con sus amigos. Procede a examinar los senos de Jasmine en busca de contrabando ocultos. Algunos dirían que la policía está jodiendo la boca de Octavia, pero ese no sería el término legal correcto. Luego, los oficiales de policía se inclinan a las tres chicas desnudas y examinan sus traseros y coños con los dedos. Concluyen que no tienen objetos ocultos dentro. Sin embargo, llevan a Octavia a la otra habitación y la inclinan en una mesa de acero. El policía Alto y Calvo pone su polla en su coño. Jasmine es el siguiente. La policía presta especial atención a su coño y sus enormes tetas naturales. Una vez que el examen está terminado, llevan a las chicas a la cárcel. Las tres chicas desnudas deben arrodillarse y chupar a los niños a través de las barras de acero. Este pequeño ritual de confinamiento pronto se convierte en sexo grupal en la cárcel, en el que las chicas se vuelven folladas. Si las chicas quieren continuar pasando buenos momentos y, al mismo tiempo, no meterse en problemas, tendrán que aceptar todo lo que los oficiales les dicen. Antes de apagar las luces, la policía obliga a las niñas a arrodillarse y comer su semen. Han aprendido la lección: ¡nunca joder con la ley!